Trastornos de la Conducta Alimentaria
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria son trastornos psicológicos cuyas manifestaciones se centran en una relación dañada con la comida (ingesta compulsiva, restricciones, atracones, etc) en los que las personas tienen como consecuencia diversos comportamientos alterados en todas las áreas de su vida.
El día a día de la persona está influenciado por el control del peso, y a grandes rasgos, incluye a aquellos casos de alteración de la conducta alimentaria o personas que presentan una situación de rechazo hacia su cuerpo. En definitiva, no es un problema con la comida, es un problema que se refleja con la comida.
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Señales de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
En general, esconde necesidades personales internas no atendidas y que aparecen en forma de TCA. Las señales más evidentes que nos sugieren una necesidad de prestar atención y ofrecer ayuda a la persona son las siguientes:
Tiempo excesivo de estudio, dificultades de concentración para un examen o una presentación en grupo, rendimiento alterado…
Comunicación dañada o ausencia de la misma con la familia, compañeros y pareja. Dificultad a la hora de establecer límites o resolver pequeños conflictos, sienten ansiedad cuando lo planificado se cambia…
Sentirse culpable al comer en celebraciones de cumpleaños, navidades, momento de ponerse el traje de baño en la piscina, incomodidad en las salidas a comer con amigos y no ingerir alimentos que antes le gustaban…
Elecciones de ropa ancha y holgada al vestirse, tener miedo a ir de compras, ante su imagen en el espejo sienten malestar, comer en secreto, hacer dietas muy estrictas y pensar en comida constantemente…
Mayor atención a comentarios y obsesión sobre su imagen corporal, comparaciones recurrentes con otras personas, interés en dietas y estilos de vida estrictamente saludables, seguir en redes sociales a personas que fomentan cuerpos y comidas determinadas…
La persona afectada no elige estarlo, ni quienes lo sufren ni su entorno más cercano son responsables de padecerlos. Todas estas actitudes son síntomas de una alteración emocional que requiere de comprensión y un debido acompañamiento.
¿Cuáles son los tipos de TCA más frecuentes?
Anorexia nerviosa
Se caracteriza por restricciones alimentarias motivadas por un miedo intenso a ganar peso. Al mismo tiempo coexiste con pensamientos obsesivos y necesidad de rituales. El cambio evidente en su corporalidad fomenta que el entorno se percate de las variaciones de peso.
Bulimia nerviosa
Se caracteriza porque la persona experimenta episodios de descontrol en los que ingiere grandes cantidades de comida con una sensación de pérdida de control. La culpa les impulsa a realizar después conductas de purga (vómitos, laxantes, diuréticos) o conductas de compensación (ejercicio físico excesivo, ayunos…etc.). La vergüenza les insta a ocultar los síntomas durante meses o años dado que la variación de peso puede no ser tan evidente como en la anorexia nerviosa.
Trastorno por Atracón
Se caracteriza por grandes ingestas de comida (atracones) recurrentes en un corto período de tiempo en los que no existe una conducta compensatoria y se experimenta una fuerte sensación de descontrol.
Otros tipos de TCA son:
Pica, Trastorno por rumiación, Trastorno por evitación de alimentos y otros trastornos alimentarios o de la ingestión de alimentos no/ especificado.
A parte de los trastornos mencionadas, se han denominado otras formas clínicas que, si bien no tiene una entidad diagnóstica reconocida como tal, en la práctica profesional acuden personas afectadas de Vigorexia, Ortorexia, Diabulimia, Pregorexia, Drunkorexia, o el Síndrome del Comedor Nocturno.
¿Cómo puede ayudar un profesional de la psicología?
Centrándose en los componentes psicológicos que acompañan a la relación con la comida y con el cuerpo: falta de habilidades para regular sus emociones debidamente, una baja autoestima mantenida por la sensación de no ser suficiente, una tendencia perfeccionista asumiendo metas complicadas de conseguir para la mayoría; y una marcada necesidad de aprobación.
Por otro lado, es conveniente atender a factores internos de regulación emocional, así como a crear estados de calma ante los sentimientos de vergüenza y culpa que se esconden detrás de los comportamientos con la comida dado que les puede repercutir negativamente en mayor presencia de sintomatología depresiva y ansiosa.
Algo que no es sencillo de entender para las personas que no sufren de esta realidad es que las personas están en una lucha interna permanente.
La persona se anima diciéndose: «Ya está, a partir de hoy voy a comer en condiciones», pero otra parte se recrimina: «¿cómo vas a tener pareja si subes de peso?». Debido a ello, la forma de acompañar a la persona se tiene que centrar en brindarles un apoyo paciente y amable, siendo una guía cuando se sienten perdidos y no saben cómo resolver su malestar sin recurrir a la comida.
¿Es un proceso de terapia individual?
Es clave que la familia y el entorno apoye a la persona afectada y que se implique en su tratamiento, siguiendo las pautas y herramientas facilitadas en el proceso de terapia. No obstante, que un único familiar ofrezca su apoyo y asuma el papel de cuidador principal puede ser estresante e ineficaz. Por lo que es conveniente que tengan espacio con su terapeuta de referencia para abordar conjuntamente los aspectos de la vida familiar que giran en torno al TCA (negación, conflictos, estrés, culpa…).
Todos los TCA necesitan de un tratamiento multidisciplinar y coordinado para favorecer la recuperación, implicando a profesionales de la nutrición, endocrino, psiquiatra… para ofrecer un acompañamiento completo.
Es probable que si sospechas que una persona cercana a nosotros sufre un TCA su primera reacción sea negarlo, que no entienda de tu preocupación y no quiera recibir ayuda.
Si en algún momento has pensado que dejar de comer podía ser una solución a lo que te acontece a tu alrededor, si sientes que has perdido el control de tu ingesta y te sientes culpable, o crees que alguien de tu entorno le ocurre ésto, acude a un profesional para un adecuado apoyo.
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